Cuando llegué, la “tía Ginita”como la llaman algunos, estaba viendo un
programa en la tele sobre la música de los años sesenta “esta era la música de mi época, me gustaba el Peter Rock”.
La tía Ginita es dueña
de uno de los almacenes en la pequeña comuna de Isla de Maipo y según ella “el almacén no es pa’ hacerse
millonaria”. Viene de una familia numerosa. Nunca tuvo hijos así que ha
vivido la mayor parte de su vida sola, aunque cada cierto tiempo llega algún
familiar que necesita un lugar en dónde quedarse.
Actualmente vive con una sobrina y sus dos hijos “siempre las visitas me cambian un poco la rutina, por eso me
gusta”.
“Lo mejor es hablar
a calzón quitao’”
Gini Tiene 67 años y un matrimonio fallido que solo duró 5 meses “no resultó no más, todo se hacía a la
pinta de mi esposo, así que pesqué mis pilchas y chao” dice riendo. Después
de su matrimonio tuvo dos parejas, la última, Tito, murió de cáncer hace tres
años.
“Todo tiempo pasado
fue mejor” me dice mientras miramos algunas fotografías antiguas, “Cuando uno se pone a ver recuerdos, se da
cuenta de eso”.
Me acuerdo
Me acuerdo del charquicán con chicharrones que nos preparaba la mamá.
Me acuerdo de la mesa del comedor que hizo mi papá, era tan larga como
la de Té Club.
Me acuerdo de trabajar a todo sol cortando porotos.
Me acuerdo de lavar la ropa en la arteza cuando no tenía lavadora.
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